martes, 26 de abril de 2011

Era noveau...

Palabras vienen, y palabras se van,
otras, como estas se quedan en este lugar,
van de tus labios a los míos, de los tuyos al papel,
tienen alas como zentellas del olimpo,
retruenan en el centro de una piedra,
guardan la sombra de una jacaranda,
se refresca en su cielo púrpura,
anochese entre diamantes en el cielo,
navega en el solitario del mapa astral,
caminamos entre verdes y azules,
entre aguas dulces y saladas. Silencio...
Silencio... mi corazón quiere hablar,
cada latido de el, llama el de ella,
silencio, entre tantas letras,
quiero decir... silencio,
aquí murió una parte de mi,
aquí he dejado mi sudor,
aquí me desprendo de todo, toda, me quedo con nada,
no me quedo, y continuo,
este corazón, apenas, comienza hablar,
que si el cielo es púrpura? blanco? rojo?
las palabras, el viento, el compás,
émbolo de cuerdas, armonía de piel,
pieza de salón, fiesta de papel, carnaval de la vida,
me detengo, miro el timón y arranco esta hoja de papel,
a volar, esta vez con los pies sin alas,
con palabras para continuar.

Mauricio.

Escribo en el olvido...

Escribo en el olvido...

en cada fuego de la noche

cada rostro de ti.

Hay una piedra entonces

donde te acuesto mía,

ninguno la conoce,

he fundado pueblos en tu dulzura,

he sufrido esas cosas,

eres fuera de mí,

me perteneces extranjera.


Juan Gelman