miércoles, 29 de septiembre de 2010

Avanza Q.

Don Quijote,
cómo es que seguimos escuchándo a los perros ladrar,
si eso lo leímos hace varios siglos,
aquellas piedras que tuvimos que cargar,
las convertimos en rascacielos,
desde donde ahora vemos la marabunta pasar.

Dígame usted,
acaso nuestros panteones descansarán
en un futuro, hablando del verbo,
¿desde el piso 194 de la torre Nuevo Milenio 3?

¿
Hasta dónde nos llega el siglo,
el tiempo,
desde dónde lo ve pasar usted?

Entre la palabra, la muerte y la poesía,
y el tango que hay en el fondo,
intentamos ponernos de acuerdo;
usted sigue siendo el Caballero,
aquel al que seguimos recurriendo,
cuando de lenguaje... "hablamos".

Dígame, cómo puedo hablar de Amor
desde el piso 194 de la torre,
Milenio 3.0 .

Dígame cómo germino una flor
cuando la semilla está casi,
casi,
rozando,
una estrella.

Estimado Quijote,
sirvase en escribirme
al buzón de mi corazón,
sin copias ciegas.

Que la muerte, Don Quijote,
nos encuentre, nos presente,
nada más llegar,
al punto final.

Reciba mi afecto,
Mauricio Martínez Chaparro.

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